Los hechos aislados pero constantes de expresiones racistas en los estadios de fútbol europeos, ha llevado al titular de la UEFA a pedirle a quienes acuden a los encuentros a que hagan su parte para erradicar estas acciones del deporte de las patadas y el balón.
El último y vergonzoso episodio de racismo en un estadio se produjo en Valencia donde varios aficionados insultaron al jugador Vinicius Junior, y las repercusiones de ello han llevado al presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin,, a pedirle a quienes van a los estadios que señalen a los agresores.
En un discurso ante el Congreso de Fanáticos Europeos del Fútbol, en Manchester, Ceferin pidió trabajar juntos “para poner orden en nuestra casa y vetar de nuestros estadios a quienes no asistan por amor al fútbol a diferencia de ustedes, sino por el odio a otros”,
Aún cuando ya se hizo un exhorto a los organismos rectores del fútbol a que aumenten sus acciones para combatir el racismo, Čeferin afirmó que los aficionados deben dar un paso al frente., y les preguntó si ayudarán “a erradicar del juego a personas que se esconden en la multitud para emitir mensajes de odio por el color de piel u orientación sexual de un jugador”.
Dijo que “Debemos gritar, desafiar y deshacernos de estos idiotas, que desacreditan tanto al fútbol como a ustedes como fanáticos”, semanas después de que Vinícius fuese agredido una vez más con expresiones racistas en estadios españoles y de que una figura del brasileño fue colgada de un puente en enero en Madrid.
El problema es tal, que ha aumentado el número de jugadores hostilizados en redes sociales, y el titular de la UEFA aprovechó el foro en Manchester para condenar los insultos hacia los jueces, como sucedió con el árbitro Anthony Taylor, hostilizado después de la final de la Liga Europea en el aeropuerto de Budapest.
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