La noche del martes concluyó el trabajo en Lima de la misión de alto nivel de la Organización de los Estados Americanos que visitó Perú para intentar ayudar a resolver la crisis política que vive el país, que lleva ya varios años debido a la corrupción que permea a buena parte de las clases dirigentes en el país sudamericano, y llamó "al diálogo a todos los actores políticos".
En un entorno de enfrentamiento entre el Ejecutivo encabezado por un maestro rural y un Congreso dominado por los políticos de siempre, el grupo de trabajo de la OEA tuvo actividad durante 2 días en los que sostuvo 27 reuniones para escuchar a la mayor cantidad de voces representativas de Perú y ayudar a encontrar una salida al conflicto.
En un comunicado, el grupo de trabajo del organismo regional manifestó que "todas las reuniones se desarrollaron en un clima de cordialidad y respeto máximo a la Constitución, la soberanía, el Estado de Derecho, las instituciones y, sobre todo, la ciudadanía peruana"
La misión estuvo encabezada por el canciller de Paraguay Eladio Loizaga, y se reunió con el presidente Pedro Castillo, la vicepresidenta Dina Boluarte, y parte de su gabinete.
Asimismo, tuvo encuentros con los principales representantes del Congreso, el Poder Judicial y la Fiscalía, organizaciones y grupos religiosos, de empresarios, de la sociedad civil y de sindicatos, entre otros, destacando que accedió a "gran cantidad de información muy valiosa", de la cual no emitió juicio alguno, y apunta que "ahora la procesará para elaborar su informe", que presentará al Consejo Permanente de la OEA en Washington.
El grupo lo conformaron los cancilleres de Belice, Costa Rica, Ecuador, Juan Carlos Holguín, Guatemala, y Paraguay, además de la viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, y el secretario de Relaciones Exteriores de Argentina.
Esto se produjo un mes después de que el Gobierno peruano activara la Carta Democrática Interamericana, mecanismo que busca velar por la democracia en situaciones de inestabilidad política.
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