El expresidente peruano Alberto Fujimori estaba condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, la autoridad de su país decidió dejarlo libre hace unos días, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos resolvió ahora que el Estado peruano incurrió en un "desacato" del fallo del organismo que instaba a no liberarlo.
El fallo de la CIDH establece que “la liberación del señor Alberto Fujimori la tarde del 6 de diciembre de 2023 constituyó un desacato” a una resolución de “adopción de medidas urgentes de no innovar” dictada por la presidencia del organismo el día anterior.
Un día antes, el Tribunal Constitucional de Perú cuyas instituciones transitan por el descredito casi generalizado de la población, emitió un fallo en el que considera que la Corte Interamericana no tiene competencia para ordenar la no ejecución de la sentencia judicial emitida en marzo de 2022, y ordenó la liberación del exmandatario, de 85 años.
La decisión del Tribunal fue acatada por el Instituto Nacional Penitenciario.
El presidente de la CIDH, Ricardo Pérez Manrique, había pedido al Estado peruano no liberar de forma inmediata a Fujimori hasta que el organismo internacional contara con los elementos necesarios para analizar si el fallo cumplía con todas las condiciones; sin embargo, el expresidente dejo la cárcel.
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