La lucha libre en México tiene mucho que ver en su desarrollo con un personaje que ya era legendario antes de su muerte y que hoy día es un icono del “deporte del pancracio”. Este 23 de septiembre recordamos el natalicio de este luchador y actor: el enmascarado de plata, “El Santo”.
Nacido en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1917 con el nombre de Rodolfo Guzmán Huerta, fue el quinto de 7 hijos y se vino a vivir a la Ciudad de México en los años 20 cuando su familia se asentó en el barrio de Tepito; primero le entró el gusto por el béisbol y el fútbol americano, pero paulatinamente se fue interesando en la lucha, aprendió jiujitsu y lucha grecorromana.
No se sabe a ciencia cierta cuándo comenzó su carrera de luchador profesional, y hay quienes ubican esto en la Arena Peralvillo Cozumel el 28 de abril de 1934, con su nombre real y en el Deportivo Islas de la colonia Guerrero. En la segunda mitad de la década de los 30 apareció en los encordados como Rudy Guzmán, El Hombre Rojo, El enmascarado, El Incógnito, El Demonio Negro y El Murciélago II.
Para la década de los 40, Guzmán se casó con María de los Ángeles Rodríguez Montaño, enlace del que nacerían 10 hijos; en 1942 su entrenador Jesús Lomelí estaba armando un nuevo equipo de luchadores, todos con vestimentas plateadas, y quería que Rodolfo fuera parte de este equipo. Le propuso 3 nombres: El Santo, El Diablo, o El Ángel, y Rodolfo eligió el primero. El 26 de abril luchó en La Arena México por primera vez como El Santo; y en un inicio combatía en el bando de los Rudos, pero como la gente apoyaba más a los técnicos, se cambió a dicho bando y desarrolló un estilo propio
En 1952, el artista y editor José Guadalupe Cruz comenzó a publicar la historieta Santo, el Enmascarado de Plata, convirtiéndolo en el primer personaje luchador de la historieta mexicana, algo que hicieron después Black Shadow, Huracán Ramírez, El Solitario y Tinieblas. Al principio, el propio luchador posaba para las fotos de la historieta, pero luego de algún tiempo y problemas legales, fue sustituido por Héctor Pliego, Míster México 1969, y el personaje se tuvo que diferenciar del original sin emplear mallas y sumando una "S" sobre un círculo negro en la frente de la máscara.
A finales de los 50, el luchador y actor Fernando Osés lo invitó a trabajar en el cine sin abandonar su carrera de luchador profesional, y fue así que Osés junto con Enrique Zambrano escribieron libretos para las 2 primeras películas: Santo contra el Cerebro del Mal y Santo contra los Hombres Infernales, ambas en 1958 y dirigidas por Joselito Rodríguez. El rodaje se hizo en Cuba, y terminó un día antes que Fidel Castro entrara en La Habana para promulgar la revolución cubana.
Sus filmes, de poco presupuesto, tuvieron gran aceptación por parte del pueblo mexicano y se convirtieron en éxitos de taquilla y abriendo camino para más películas; 52 en total, en donde aparecía el Santo luchando lo mismo contra mafias que contra monstruos, vampiros, científicos y criaturas sobrenaturales
Conservó su identidad hasta su retiro de los encordados en 1982, y en enero de 1984, en el programa Contrapunto, dedicado a la lucha libre mexicana, Santo se quitó la máscara por primera vez en público delante de las cámaras. Días después, el 5 de febrero de 1984, murió de un infarto al miocardio después de una actuación en el Teatro Blanquita; al día siguiente fue sepultado en Mausoleos del Ángel, en el que 10 mil personas que fueron a despedirlo, así como varios luchadores, entre ellos Black Shadow y Blue Demon.
La leyenda del enmascarado de plata se mantiene hasta nuestros días: El Santo.
