Otro empujón de la justicia norteamerlcana a Donald Trump

La justicia en Estados Unidos funciona como en muchas partes de acuerdo al reloj político y no como lo mandata la aplicación de la ley. Hay unos tiempos para políticos y personas con poder económico, y otros para el resto de la población.

El juez Juan Merchan anunció que va a retrasar la sentencia contra Donald Trump por el caso de la compra del silencio de la actriz porno Stormy Daniels, en el que fue declarado culpable de 34 delitos para pasar a la historia de Estados Unidos como el primer expresidente convicto

Trump va por otro periodo al frente de la Casa Blanca, y de ganar, las acusaciones y juicios en su contra se podrían irse a un archivo.

El juez optó por diferir la sentencia programada para el 18 de septiembre, hasta después de las elecciones, decisión que beneficia a todas luces al republicano, quien ve la puerta de salida para evadir su responsabilidad en este asunto

Peor aún, los 3 juicios que todavía tiene pendientes Donald Trump fueron diferidos para después de las elecciones, si se llevan a cabo, en una tomada de pelo para la justicia y los ciudadanos, que no cientan con este tipo de ventajas en un asinto judicial en la auto llamada "democracia más grande del mundo".

Los norteamerlcanos elegiran presidente en noviembre sin saber si votan por un candidato que bien puede ir a prisión por información falsa en su contabilidad para que no se conocieran los pagos del orden de los 130 mil dólares a Daniels para que no revelara sus relaciones íntimas en plena campaña electoral de 2016.

El juez ya había aplazado una vez la sentencia, que debió dar a conocer desde 11 de julio, pero un fallo cómplice del Tribunal Supremo de Estados Unidos que otorgó amplia inmunidad penal a los presidentes por sus actos oficiales, llevo al juez Merchan a retrasar su decisión para 18 de septiembre, cosa que ya no sucederá porque se lavó las manos .

Lo torcido de la ley para personas como Donald Trump es que la decisión de la Corte no debía influir en el caso de Stormy Daniels, porque el expresidente delincuente no era mandatario cuando cometió el delito, sino candidato presidencial.