Museo de Louvre está sucumbiendo ante exceso de turistas y falta de personal
- Información 25
- 16 jun
- 2 Min. de lectura

Hay ciudades que empiezan a resentir el problema del exceso de turistas y sus habitantes exigen cada vez más a sus gobernantes que adopten medidas para evitar el caos. Lo mismo sucede con recintos que tradicionalmente son obligados para todo viajero: es el caso del Museo del Louvre, en París.
Se trata del museo más visitado del mundo, el cual este lunes debió cerrar sus puertas porque el poco personal que lo atiende ya no puede con la carga de trabajo sin que las autoridades hagan algo. Además, el recinto requiere de mejoras
El Louvre es la casa de las obras de Leonardo da Vinci y de varias de los grandes tesoros de la civilización y padece desde hace tiempo el sobreturismo global, ya que su popularidad es ya rebasada por la cantidad de personas que buscan visitarlo.
Los empleados de plano pararon labores hoy, negándose a realizar sus labores de asistentes de galería, agentes de boletos y personal de seguridad, en protesta por las cantidades ya inmanejables de visitantes, la falta de personal y un sindicato que considera insostenibles las condiciones de trabajo.
No es usual que el Louvre cierre sus puertas. Ocurrió durante la guerra, en la pandemia y en una huelga del personal en 2019, pero nunca por las razones que lo hizo este lunes con turistas formados boletos en mano, y sin una razón clara de por qué el museo más famoso del mundo no abrió.
El súbito cierre se produce meses después de que el presidente Emmanuel Macron presentara un plan para rescatar al Louvre de los problemas que hoy se hicieron visibles, con filtraciones de agua, cambios de temperatura, vieja infraestructura y tráfico peatonal que ya desborda al personal del museo.
La Mona Lisa, quizás la obra más famosa del mundo, que data del siglo XVI, sigue atrayendo multitudes y se estima que unas 20 mil personas se aglutinan en la Salle des États, la más grande del museo, para tomar una selfie con la mujer inmortalizada por da Vinci detrás de un vidrio protector, mientras otras obras en el recinto como las de Tiziano y Verones pasan desapercibidas.
El plan de Macron conocido como el “Nuevo Renacimiento del Louvre”, prevé que La Mona Lisa tenga su propia sala, así como una nueva entrada cerca del río Sena para 2031 para aliviar la presión del abrumado centro de la pirámide.
A diferencia de otros sitios importantes en París, como la catedral de Notre Dame o el museo Centre Pompidou, en proceso de restauración respaldada por el gobierno, el Louvre sigue atrapado en el limbo, ni completamente financiado ni completamente funcional. AP
コメント