Los daneses ya no quieren consumir está bebida emblemática de Estados Unidos

Las amenazas de Estados Unidos de anexar Groenlandia, el territorio ártico administrado por Dinamarca, ha llevado a los daneses a buscar formas de expresar su repudio al mandatario convicto Donald Trump.

Entre las acciones de los enojados nórdicos está el dejar de consumir Coca-Cola en su país, al menos eso parece porque las ventas de esta bebida en territorio danés se fueron para abajo según un informe del periódico Financial Times.

Jacob Aarup-Andersen, consejero delegado de Carlsberg, cervecera danesa que embotella Coca-Cola en Dinamarca, dijo que."hay un nivel de boicot de los consumidores en torno a las marcas estadounidenses... y es el único mercado en el que lo estamos viendo en gran medida". 

La  molestia danesa con la Unión Americana parece haberse exacerbado por los arrogantes  comentarios del vicepresidente J.D. Vance, quien acusó a Dinamarca de no ser un "buen aliado", a pesar de que las fuerzas danesas han luchado junto a las tropas estadounidenses en Afganistán y otros lugares.

Un funcionario en Copenhague señaló que es comprensible por qué los llamamientos al boicot [de productos estadounidenses] son tan populares".

Como resultado de este aparente boicot ciudadano, refrescos locales, como Jolly Cola, le están ganando terreno a sus rivales estadounidenses y sus ventas han aumentado. 

Aarup-Andersen añadió que, si bien los volúmenes de la emblemática gaseosa están "ligeramente bajos" en Dinamarca, el impacto en las ventas totales "no es dramático".