Luego de la muerte del joven de origen norteafricano Näel el pasado 27 de junio en el suburbio parisino de Nanterre, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos pidió a Francia abordar seriamente "los profundos problemas de racismo y discriminación" de sus fuerzas del orden.
El señalamiento a sido descalificados por París.
La vocera de la Oficina de la ONU para derechos humanos, Ravina Shamdasani pidió en rueda de prensa a los miles de personas que se están manifestando en Francia que expresen sus protestas de manera pacífica.
Asimismo, pidió a la Policía francesa que haga uso de la fuerza respetando los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, no discriminación, precaución y rendición de cuentas.
Más aún, llamó a las autoridades francesas a que investiguen con celeridad cualquier uso indiscriminado de la fuerza.
Sin embargo, Francia ya rechazó las acusaciones y afirmó que "sus fuerzas del orden luchan con determinación contra el racismo y todas las formas de discriminación".
El Ministerio de Exteriores aclaró en un comunicado que "no hay duda posible sobre ese compromiso", y apuntó que "cualquier acusación de racismo o de discriminación sistemática por las fuerzas del orden en Francia carece de todo fundamento".
Añadió que el último examen periódico de la ONU al que se sometió Francia -permitió demostrar lo anterior.
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