La presencia en Estados Unidos del expresidente brasileño Jair Bolsonaro pieza a ser una piedra en el zapato del gobierno norteamericano.
Luego de la insurrección impulsada el pasado domingo por simpatizantes del ultraderechista contra las sedes de los poderes federales brasileños, un grupo de legisladores demócratas envió una carta al presidente Joe Biden en donde exigen la cancelación de la visa diplomática de Bolsonaro.
En el texto, los legisladores le piden a Biden que "vuelva a evaluar su estatus en el país para determinar si existe una base legal para su estadía y revocar cualquier visa diplomática que pueda tener”.
Para los representantes, "Estados Unidos no debe brindarle refugio a él ni a ningún autoritario que haya inspirado tal violencia contra las instituciones democráticas”.
La carta de los legisladores sostiene que Bolsonaro es responsable del la insurrección del domingo, debido a sus afirmaciones de que las máquinas de votación electrónicas eran susceptibles de fraude, nunca admitió su derrota ni pidió a sus partidarios respetar los resultados de la elección.
Cuestionado el lunes pasado por el ingreso de Bolsonaro a Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, se negó a ofrecer detalles sobre la visa del expresidente brasileño, argumentando preocupaciones sobre privacidad, aunque dijo que cualquier persona que ingrese a Estados Unidos con la visa A-1 reservada para jefes de Estado en funciones tendría 30 días para abandonar el país o ajustar su estatus con el Departamento de Seguridad Nacional al finalizar su mandato.
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