Con el paso de los años y las facilidades de comunicación que se fueron desarrollando, estar fuera del radar del jefe se convirtió en un problema para el empleado, fuera de los horarios laborales.
Lo que se fue convirtiendo poco a poco casi en una obligación, dejará de ser un conflicto para los trabajadores australianos, quienes tienen a partir de este 26 de agosto el llamado 'derecho a la desconexión'.
Mediante esta figura legal, sus jefes y empleadores no podrán sancionarlos si se niegan a responder llamadas de teléfono o atender cualquier tipo de mensajes fuera del horario laboral. La ley respectiva fue aprobada por el Parlamento federal en febrero pasado y entró en vigor hoy.
El primer ministro, Anthony Albanese, declaró a la Australian Broadcasting Corp. que estaba “esperanzado de que la productividad laboral se vea impulsada por estos cambios, y destacó que "así como la gente no cobra las 24 horas del día, tampoco tiene por qué trabajar las 24 horas del día".
El dirigente australiano apuntó que creía que “muchos australianos se están frustrando, porque se espera que estén con el teléfono, el correo electrónico y todo eso las 24 horas del día", al tiempo que agregó en su comentario que “es un problema de salud mental, francamente".
De acuerdo con la ley, el jefe o un empleador puede exigir que un trabajador permanezca de guardia sólo en caso de emergencia o cuando sea transferido a un puesto que requiera horas de trabajo irregulares. No más.
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