Empresas de redes sociales deben abordar con urgencia el enardecimiento del odio y el racismo en Internet contra comunidades palestinas y judías, señala Amnistía Internacional mientras se intensifica el conflicto en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados.
La organización ha observado en redes sociales un aumento alarmante de la apología del odio que constituye incitación a la violencia, hostilidad y discriminación, prohibida en virtud del derecho internacional de los derechos humanos, y otros contenidos nocivos contra las personas palestinas y judías.
Amnistía también ha documentado informes que indican que contenidos publicados por personas palestinas y por quienes defienden los derechos de la población palestina son objeto de una moderación de contenidos potencialmente discriminatoria por plataformas de redes.
“Las redes sociales pueden desempeñar un papel decisivo en situaciones de crisis para la comunicación, y por tanto las grandes empresas de redes sociales deben intensificar con urgencia las medidas para proteger los derechos humanos. Las empresas deben garantizar que sus plataformas no difunden mensajes de odio y violencia, o corren el riesgo de contribuir a la comisión de flagrantes violaciones de derechos humanos y violaciones graves del derecho internacional humanitario. Esto incluye crímenes de guerra, que han caracterizado este conflicto y han causado cifras sin precedentes de víctimas civiles y una crisis humanitaria catastrófica”, ha afirmado Rasha Abdul-Rahim, directora de Amnesty Tech.
Amnistía Internacional concluyó que un número considerable de publicaciones en redes sociales enaltecen los ataques de Israel contra civiles en Gaza, apoyan la destrucción de Gaza y hacen apología de la violencia contra las personas palestinas.
Muchas publicaciones hacen uso de un lenguaje deshumanizador y racista contra las personas palestinas, y en algunos casos también recurren al lenguaje que emplean las autoridades israelíes.
La organización también ha documentado algunas publicaciones antisemitas, muchas de las cuales propugnan el odio y la violencia contra las personas judías.
Investigaciones anteriores de la organización Center for Countering Digital Hate han puesto de relieve la proliferación de contenidos antisemitas en X (antes Twitter) en los últimos meses.
El Indicador de la Violencia de la ONG palestina 7amleh ha detectado más de 493 mil casos (y el número continúa en aumento) de apología del odio contra las personas palestinas y quienes defienden los derechos de la población palestina en contenidos en lengua hebrea redes sociales, desde el 7 de octubre de 2023.
El gobierno y las autoridades militares israelíes también han empleado lenguaje deshumanizador y racismo antipalestino. El 16 de octubre, la cuenta de X del primer ministro de Israel (@IsraeliPM) publicó un contenido discriminatorio que empleaba un lenguaje deshumanizador: “Hay una lucha entre los hijos de la luz y los hijos de la oscuridad, entre la humanidad y la ley de la jungla”.
Asimismo, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, afirmó el 17 de octubre de 2023: “Mientras Hamás no libere a los rehenes que tiene en sus manos, lo único que debe entrar en Gaza son cientos de toneladas de explosivos de la Fuerza Aérea, ni la más mínima ayuda humanitaria”.
Amnistía Internacional también ha recibido informes preocupantes de una censura amplia de contenidos de cuentas palestinas y quienes defienden los derechos de la población palestina en varias plataformas de redes sociales.
La población palestina en la Franja de Gaza ocupada está arrapada en un apagón de comunicaciones ñ, que limita su capacidad de buscar, recibir y difundir información.
“Mientras Israel intensifica sus bombardeos sin precedentes de Gaza, que han causado la muerte de más de 7 mil personas en su mayoría civiles, consideramos motivo de extrema preocupación los informes de bloqueo y “shadowbanning” de contenidos de quienes defienden los derechos de la población palestina”, ha afirmado Rasha Abdul-Rahim.
La investigación ha mostrado que los sistemas de inteligencia artificial reproducen sesgos sociales existentes con el pretexto de la neutralidad.
Ya antes de la crisis actual, la investigación de Amnistía Internacional señaló que el sistema de opresión y dominación de la población palestina por Israel equivale al crimen de lesa humanidad de apartheid.
En este contexto, es indispensable que las grandes empresas tecnológicas aborden los efectos reales y potenciales para los derechos humanos de sus operaciones para garantizar que no causan abusos contra los derechos humanos ni contribuyen e su comisión, ni permiten la proliferación del odio, el racismo y la desinformación.
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