Horas después de superar un eventual voto de censura por parte de los legisladores de su propio partido, el primer ministro británico Boris Johnson insistió hoy que sigue trabajando, durante su primera comparecencia ante el Parlamento luego de que casi la mitad de sus correligionarios demandó su dimisión.
En la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, Johnson expresó que “en cuanto al empleo, yo voy a seguir adelante con el mío”, luego de que superara el voto de retiro de confianza del bloque conservador por un margen menor al esperado, y en donde 148 de los 359 legisladores conservadores votaron en su contra el pasado lunes.
Trató de minimizar esto, y durante su asistencia al Parlamento, dijo que quiere seguir adelante y concentrarse en los problemas prácticos de la población, como los atrasos en el sistema nacional de salud, la delincuencia, la crisis del costo de la vida y crear empleos de alta capacitación.
Sin embargo, sus detractores en el Partido Conservador están preocupados porque la mala imagen del premier tras el partygate y la violación de las normas de cuarentena derivada de la pandemia de coronavirus, podría llevarlos a la derrota en la elección general de 2024.
El dirigente del Partido Laborista, Keir Starmer, dijo que los conservadores dispuestos a darle a Johnson una nueva oportunidad se verán decepcionados, mientras que el dirigente del Partido Nacional Escocés, Ian Blackford, expresó que Johnson es un “primer ministro sin futuro que preside un partido dividido en un reino desunido”.
Johnson respondió que “en una larga carrera política hasta ahora he recogido los cuerpos de opositores políticos en todas partes”, y que “absolutamente nada ni nadie le impedirá seguir adelante y cumplir con el pueblo británico”.
