Indaga policía francesa amenazas contra DJ de ceremonia de inauguración en París 2024

La molestia que generó entre algunos sectores religiosos y sociales la presunta escenificación en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París de lo que para muchos representaba la “Última Cena”, parece haber escaldado en las horas recientes, luego de que fiscales franceses ordenaron a la policía investigar denuncias de una DJ e ícono LGBTQ+ que se presentó en la fiesta inaugural.

Se trata de Barbara Butch quien denunció haber sido objeto de amenazas y abuso en internet tras la controversial escena en la ceremonia de apertura el pasado viernes.

Audrey Msellati, abogada de Butch expresó a la agencia noticiosa AP que presentó denuncia penal formal por acoso en internet, amenazas de muerte e insultos. y dijo que la denuncia no señala en específico a un perpetrador o perpetradores.

La fiscalía de París confirmó la denuncia de Butch y sostuvo que había encargado a una unidad policial especializada en la lucha contra crímenes de intolerancia que la investigara, centrando la pesquisa en “mensajes discriminatorios basados en religión u orientación sexual que le fueron enviados o publicados en línea”.

El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, ya declaró varias veces que no se inspiró en “La Última Cena”, luego de que hubo críticos que interpretaron la parte del espectáculo en la que aparecía Butch como una burla a la pintura de Leonardo Da Vinci que muestra a Jesucristo y sus apóstoles.

Cada quien ve lo que quiere ver…

En una declaración publicada en Instagram, Butch dijo: “Digan lo que digan algunos, yo existo. Nunca me he avergonzado de quién soy y asumo la responsabilidad de todo, incluidas mis elecciones artísticas. Toda mi vida me he negado a ser una víctima: no me callaré”.

Asimismo, otra drag queen que participó en esa escena de la ceremonia inaugural de los Olímpicos, Piche, dijo que estaba “realmente feliz de que las personas queer pudieran estar representadas en este espectáculo”, precisando que “no hubo ningún momento en el que la idea de ofender a alguien o a una religión estuviera en la mente de alguien. Fue simplemente un momento alegre y feliz de la cultura pop que sintió la mayor parte del planeta”.