Buen partido el de ida en la final del fútbol mexicano y hubo igualada a un gol entre el América y los Tigres
Lleno hasta la bandera en el estadio Universitario, casa de los Tigres, gran ambiente, y un espectáculo de luces previo a la salida de los jugadores al más puro estilo de las canchas europeas, claro, en el fútbol mexicano.
Pocas emociones en el primer lapso, en el que Tigres pareció arriesgar más y llegar mejor al área americanista sin jugadas de mucho peligro los primeros 15 minutos de juego.
América empezó a controlar las arremetidas del campeón, y poco a poco fue emparejando las acciones para acercarse a la portería de Nahuel Guzmán, sin inquietar demasiado al arquero argentino de los locales, excepto un centro de Layún mal rematado por Martin, y un centro de Quiñones que Diego Valdés desperdició con un remate desviado.
Con más faltas que fluidez, los primeros 45 minutos de la gran final terminaron empatados sin goles y un espectáculo disputado pero poco atractivo para ser un partido por el título.
Para la segunda parte los equipos comenzaron sin cambios.
América arrancó bastante bien, Tigres tardó en llegar al complemento y penal de Ángulo sobre Quiñones al minuto 48 fue cobrado por Henry Martin, que engañó a Guzmán para poner a la visita al frente 1-0.
Los norteños reaccionaron al golpe y se fueron al ataque, mientras los capitalinos empezaron a recular para intentar salir en contragolpe.
Tigres mandó más atacantes a la cancha e ingresaron Herrera, Fulgencio e Ibañez, y muy pronto tuvo recompensa en un tiro de esquina rematado de cabeza por Osiel Herrera al minuto 71.
Marcador igualado a un tanto, y aunque América se fue al frente intentando retomar la ventaja y Tigres se fue hacia atrás, la paridad se mantuvo y pese a que los de Coapa fueron ligeramente superiores, en un buen segundo tiempo en el "volcán".
Todo se decide el domingo en el estadio Azteca.
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