Hay un lugar en el mundo donde la muerte asistida se adopta más rápido que en cualquier otra parte

Amparándose en una nueva ley aprobada el 31 de octubre, los habitantes de la provincia canadiense de Quebec pueden dar muy rápido su consentimiento para que se les practique la muerte asistida, mucho antes de que su estado de salud se deteriore.

Pueden solicitarla con meses o incluso años de antelación gracias a dicha legislación, y de acuerdo con el medio The Economist, dicho ordenamiento "representa una expansión significativa" de las leyes federales de Canadá sobre este procedimiento, que requiere que los pacientes den su permiso inmediatamente antes de recibir la inyección letal.

Su objetivo es permitir que una persona decida cómo y cuándo va a morir antes de que sea mental o físicamente incapaz de hacerlo.

Esta asistencia médica para morir (MAID) es cada vez más popular en Canadá., y si en 2016 cuando se permitió esta opción poco más de mil canadienses optaron por ese procedimiento, en 2023 ya eran 15 mil 343, cifra que constituye el 4,7% de las 326 mil 571 muertes registradas ese año.

El medio apunta que "ningún país que permite la muerte asistida ha experimentado un crecimiento más rápido de la práctica"..

Asimismo, en un país que pone pocas trabas a la muerte asistida, "ningún lugar de Canadá ha adoptado la MAID más rápido que la provincia francófona de Quebec", donde la proporción de muertes asistidas por un médico alcanzó el 7,2% en 2023.

Según Michel Bureau, quien dirige una comisión sobre cuidados al final de la vida, afirmó que en la provincia se produce el mayor número de muertes asistidas en el mundo en relación con su población, y destaca que la mayoría de los habitantes de Quebec aprueban ese procedimiento y cada vez habrá más personas que se inclinen por esa práctica ahora que es posible dar el consentimiento por adelantado.

Esto fue avalado por Georges L'Espérance, neurocirujano que dirige la Asociación de Quebec por el Derecho a Morir con Dignidad, y quién realizó este procedimiento a cientos de personas, asegurando que desde la aprobación de la nueva ley ha recibido más solicitudes.

La MAID no es un proceso sencillo: puede durar varios años, consta de múltiples pasos y requiere repetidas reuniones con los pacientes, pero representa un alivio para las personas que saben que no podrán curarse, asegura L'Espérance.

Quienes no están de acuerdo con esa práctica en Canadá, destacan que muy pocos médicos recomiendan cuidados paliativos tradicionales como alternativa a la muerte. Además, temen que ciertas personas elijan la MAID debido a que el mal funcionamiento del sistema de salud canadiense no les ha permitido recibir la atención médica necesaria.

Teniendo en cuenta la rápida propagación de la práctica que está viviendo el país, el gobierno canadiense ha aplazado hasta 2027 la decisión de permitir que los pacientes con enfermedades mentales soliciten la MAID.