Hallazgo de fragmento antiquísimo de la Biblia

Un estudio publicado recientemente en la revista New Testament Studies, señala que unos científicos descubrieron un fragmento oculto de la Biblia en un pergamino de cerca de 1.750 años de antigüedad.

El texto consiste en una traducción siríaca que hace 1.300 años borrada por un escriba en Palestina, decisión originada en el hecho de que los pergaminos escaseaban en el desierto en la Edad Media, por lo que los manuscritos se reciclaban de esta manera.

Grigory Kessel, de la Academia Austríaca de Ciencias, autor de la investigación, comenta que "la tradición del cristianismo siríaco conoce varias traducciones del Antiguo y el Nuevo Testamento", e indica que "hasta hace poco, solo se conocían 2 manuscritos que contenían la traducción siríaca antigua de los evangelios".

Uno de ellos se conserva en la Biblioteca Británica de Londres, mientras que el otro se descubrió en el monasterio de Santa Catalina, en el monte Sinaí. Fragmentos de un tercer manuscrito fueron identificados hace poco en el marco del Proyecto Palimpsestos del Sinaí, ideado para preservar documentos históricos importantes.

El fragmento de manuscrito encontrado puede considerarse el cuarto testigo textual y fue identificado por los expertos usando fotografía ultravioleta en la tercera capa del texto de un pergamino.

Para los investigadores, el texto recién descubierto es una interpretación siríaca antigua de una parte del Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento y abre una ventana única a la fase más temprana de la historia de la transmisión textual de los evangelios.

Mientras que el original griego del capítulo 12 de Mateo, versículo 1, dice: "En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en el día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer", la traducción siríaca dice: "[...] empezaron a arrancar espigas, a frotarlas con las manos y a comerlas". (RT)