El papa Francisco habló con periodistas en el vuelo de regreso a Roma tras participar en Lisboa en la Jornada Mundial de la Juventud, y de nueva cuenta reiteró la política de cero tolerancia ante lo que llamó “tremenda peste” de casos de abusos por parte de la jerarquía católica.
Más aún, el pontífice indicó que los obispos que han cometido irresponsabilidades “tendrán que hacerse cargo de ella y ya se verá cómo”.
Francisco habló en rueda de prensa a bordo del avión de regreso al vaticano sobre casos de abusos en Portugal, donde un informe reveló que en 70 años hubo hasta 4 mil 800 casos de menores abusados por miembros de la Iglesia, y recordó que encontró en la capital portuguesa durante el viaje a víctimas y dialogaron “sobre esta tremenda peste de la Iglesia”.
El obispo de Roma señaló que “me hace bien escuchar a las víctimas porque me hace que me haga cargo de este drama”, resaltó que aunque observó que sobre los abusos en Portugal “los números se han agrandado por los comentarios, lo que es la realidad es que la Iglesia lo está llevando bien” y que “esto le deja tranquilo”.
Sostuvo que desde que se conoció el escándalo de la Iglesia en Boston sobre los abusos del clero “llegó un momento que se tomó consciencia de que no se podrían tomar caminos aleatorios” y que se “tenía que tomar el todo por las astas” y que desde entonces “hay una frase que se repite que es tolerancia cero”.
Por otro lado, aseguró que la Iglesia “está abierta a todos, también a los homosexuales” y que “luego cada uno elige a Dios por su propio camino”
Para Francisco, “todos eligen a Dios por su propio camino y la Iglesia les guía. A mí no me gusta decir a unos sí a otros no. Cada uno busca la manera de ir adelante”.
Añadió que “no se puede decir que a los homosexuales no” y a otros sí porque “el Señor es claro, no se distingue entre enfermos y sanos, viejos y jóvenes o guapos y feos”. “Esto no es una empresa a la que se tiene que autorizar para entrar”.
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