Luego de que este miércoles 12 de marzo entraron en vigor los anunciados aranceles de estados Unidos a las exportaciones de acero y aluminio por parte de la Unión Europea, el grupo comunitario dio a conocer hoy mismo una respuesta recíproca hacia la Unión Americana.
La Unión Europea impulsó contramedidas "rápidas y proporcionadas" a importaciones de Estados Unidos, para responder así a la entrada en vigor de nuevos aranceles calificados por los europeos de "injustificados" al acero y aluminio.
En un comunicado, "la Comisión lamenta la decisión de Estados Unidos de imponer tales aranceles, por considerarlos perturbadores del comercio transatlántico y perjudiciales para las empresas y los consumidores, ya que a menudo se traducen en un aumento de los precios".
Precisa el Ejecutivo comunitario que su respuesta a los aranceles estadounidenses del 25% a las importaciones de esos metales de todo el mundo ha sido "calibrada cuidadosamente" y se basa en un planteamiento en 2 fases. En total, las contramedidas de la Unión Europea pueden aplicarse a exportaciones de bienes estadounidenses por valor de hasta 26 mil millones de euros, igualando el alcance económico de los aranceles de Estados Unidos que aseguró que representan un valor de 28 mil millones de euros.
Las contramedidas europeas empezarán el 1 de abril y entrarán plenamente en vigor el 13 de ese mes: mientras tanto seguirán "abiertos a la negociación".
En el texto, la Comisión Europea indica que está dispuesta a colaborar con la Administración del presidente estadounidense Donald Trump para encontrar una solución negociada, y menciona que las medidas "pueden anularse en cualquier momento en caso de que se encuentre dicha solución".
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lamentó "profundamente" la medida estadounidense, y destacó que "las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos son las mayores del mundo. Han aportado prosperidad y seguridad a millones de personas, y el comercio ha creado millones de puestos de trabajo a ambos lados del Atlántico".
Los aranceles "son impuestos, son malos para las empresas y aún peores para los consumidores", dijo la dirigente europea, y sostuvo que "perturban las cadenas de suministro y traen incertidumbre para la economía":
Von der Leyen añadió que "están en juego puestos de trabajo. Los precios subirán. En Europa y en Estados Unidos", y concluyó que la Unión Europea "debe actuar para proteger a los consumidores y a las empresas", por lo que las contramedidas que ha decidido hoy son "fuertes pero proporcionadas".
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