Con más del 40% de los votos, el candidato del Partido Democrático Progresista, Lai Ching-te, obtuvo la victoria en las elecciones efectuadas el sábado para convertirse en el futuro líder de la isla, en tiempos de constantes tensiones con China.
Hou Yu-ih, abanderado del principal partido de la oposición, el Kuomintang, que proponía reanudar el diálogo y rebajar la tensión con la China continental, consiguió el 33% de los sufragios mientras, que otro candidato favorable a Pekín, Ko Wen-je, del Partido Popular de Taiwán, obtuvo el 26%.
La propuesta que habria dado el triunfo a Ching-te, de 64 años de edad, ofrece mantener la independencia frente a los reclamos de soberanía por parte de China y va por un mayor acercamiento a Estados Unidos, por lo que continuarán las tensiones en la zona.
Lai asumirá en mayo con lo cual su partido retendrá por segunda ocasión el poder , y de largo ante sus seguidores que "entre la democracia y el autoritarismo, Taiwán elige ponerse del lado de la democracia".
Mencionó además que su victoria se seguirá caminando codo con codo con los aliados democráticos internacionales", y que "el pueblo taiwanés ha resistido con éxito la intervención del mundo exterior".
Dijo también que "el país continuará por el buen camino y no dará media vuelta ni retrocederá"
El vocero del Ministerio de Defensa de China, Zhang Xiaogang, aseguró horas antes de los comicios que Pekín impedirá cualquier intento taiwanés de proclamar oficialmente su independencia, y que "el Ejército Popular de Liberación de China permanece en alerta máxima en todo momento y tomará todas las medidas necesarias para aplastar resueltamente cualquier forma de complot separatista de independencia de Taiwán".
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