El Congreso japonés debate la posibilidad de dar salida a un proyecto de ley que contempla un aumento salarial para el gobierno, y el secretario jefe del Gabinete de Japón, Matsuno Hirokazu, ya salió a fijar la postura del primer ministro, Kishida Fumio.
Dijo a periodistas que el premier, los demás ministros y otros altos funcionarios van a devolver a las arcas públicas el incremento de su salario.
Según el proyecto de ley, el salario del primer ministro Kishida aumentaría unos 3 mil dólares, al año, mientras que la remuneración de los demás ministros del Gabinete subiría unos 2 mil 100 dólares.
Miembros de la coalición gobernante y de la oposición dicen que el incremento salarial no es adecuado, teniendo en cuenta que la población tiene problemas debido al aumento de los precios.
Matsuno precisó que los altos funcionarios no tienen intención de beneficiarse de ello, y que el Gobierno no debería generar desconfianza pública, por lo que Kishida, ministros del Gabinete y altos funcionarios prevén devolver los aumentos de sus sueldos al erario si se promulga el proyecto de ley.
Señaló que entre los altos funcionarios del Gobierno central hay personas en diversos puestos y que sus salarios han sido revisados de acuerdo con los aumentos para los funcionarios públicos comunes.
Pidió comprensión respecto a la pronta aprobación del proyecto de ley y afirmó que es apropiado continuar las revisiones en función de los aumentos salariales del sector privado.
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