Fobia a comunidad LGBT no tiene límites: Pentágono cambiará nombre a buque de guerra

La política del gobierno del presidente convicto estadounidense Donald Trump en contra de la diversidad de género sigue tomando niveles insospechados, y de plano quieren eliminar todo lo que suene, huela, o represente valores o iconos de la comunidad LGBT así sean parte de la historia.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, el exconductor de televisión Pete Hegseth, ordenó a la Armada de Estados Unidos cambiarle de nombre al buque de aprovisionamiento logístico USNS Harvey Milk, que lleva el nombre de uno de los primeros políticos homosexuales en la historia estadounidense y figura en la década de los 1970 del movimiento por los derechos civiles de la comunidad LGBTQ+*.

Según el medio Military.com. hay un memorándum de la oficina del secretario de la Armada, quien tiene la facultad de rebautizar los buques militares, en donde se plantea darle otro nombre al USNS Harvey Milk. El portal tuvo acceso al documento donde se señala que el cambio busca "alinearse con los objetivos del presidente y del secretario de Defensa, así como con las prioridades del secretario de la Armada de restablecer la cultura de guerrero". Esa es la increíble justificación

Un funcionario de Defensa dijo a Military.com que el secretario de la Armada, John Phelan, recibió la orden de Hegseth para renombrar la embarcación, y destacó que el anuncio del cambio del nombre del buque está programado para coincidir con el Mes del Orgullo gay.

El documento apunta que todavía no hay un nuevo nombre para el buque, pero la ceremonia oficial en la que se realizará el anuncio tendrá lugar a bordo de la fragata USS Constitution, la nave en servicio más antigua del mundo.

Harvey Milk, quien provenía de una familia con historial de servicio naval, fue oficial submarinista en el buque de rescate USS Kittiwake durante la guerra de Corea, y según su biografía, dejó el servicio como teniente en 1955 "tras ser oficialmente interrogado sobre su orientación sexual".

Milk se presentó a las elecciones de California y obtuvo un escaño en la junta de supervisores de San Francisco en 1977, pero fue asesinado un año después, luego de que se aprobara una ley que prohibía la discriminación en la vivienda y el empleo por motivos de orientación sexual.

Su muerte lo convirtió en un icono de San Francisco y en un mártir de la comunidad LGBTQ+. Ahora, Donald Trump lo quiere borrar de la historia