Varios estados del centro y el norte de Estados Unidos se encuentran sometidos a una intensa ola de calor, y el Meteorológico Nacional describió la situación como una ola de calor peligrosa y duradera, que afectara parte del país hasta el viernes. Millones de personas se mantienen fueron alertadas por el calor extremo, y ciudades como Chicago rompieron récords al inicio de esta semana por las altas temperaturas.
La ciudad de los vientos batió el récord de temperatura de 1957 con una máxima de 36,1 grados Celsius, y se estima que a lo largo de estos días la sensación térmica rondaría en ocasiones los 37,7 ºC según la oficina en Chicago del Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
El año pasado se produjo la mayor cantidad de olas de calor en Estados Unidos, con un clima inusualmente caluroso que duró más de 2 días, y que no se percibía desde 1936.
Parte del centro-norte y el noreste están bajo alertas o avisos por calor, y las autoridades anunciaron la apertura de centros de refresco, pidiendo a las personas limitar las actividades al aire libre cuando sea posible y comprobar cómo estaban familiares y vecinos que pudieran ser vulnerables al calor.
La gobernadora de Nueva York Kathy Hochul anunció que había activado a la Guardia Nacional para asistir en cualquier emergencia por calor que surja en los próximos días.
Las elevadas temperaturas han sido especialmente peligrosas en los últimos años en Phoenix, donde 645 personas murieron a consecuencia del calor en 2023, y las temperaturas allí alcanzaron los 44,4 ºC el sábado pasado. Según los meteorólogos las 2 primeras semanas de junio en Phoenix han sido el comienzo de junio más caluroso registrado en esa ciudad.
En el sur de California, los bomberos incrementaron el perímetro contenido de un incendio en las montañas al norte de Los Ángeles tras un fin de semana de crecimiento impulsado por el viento junto a la Interestatal.
El aumento de las temperaturas coincide con una creciente preocupación por los efectos del calor extremo y el humo de los incendios. El Centro para la Diversidad Biológica, un grupo sin fines de lucro, envió una petición a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para que reconociera el calor extremo y el humo de los incendios forestales como grandes desastres.
Un vocero de la FEMA para el oeste de Estados Unidos dijo que no había ningún obstáculo a una declaración de emergencia por calor extremo, pero tendría que haber una amenaza inmediata para la vida y la seguridad a la que no pudieran responder las autoridades locales.
En contraste, hay previsiones de nevadas en el norte de las Montañas Rocosas, y tanto partes de Montana como el norte-centro de Idaho estaban bajo una alerta de tormenta invernal, esperándose hasta 51 centímetros de nieve en zonas elevadas en torno al Parque Nacional de los Glaciares. (AP)
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