El papá murió "sin sufrimiento", dice su médico

De acuerdo con declaraciones a medios, del cirujano Sergio Alfieri, adscrito al Hospital Universitario Gemelli de Roma y además responsable del equipo médico que trataba al papa Francisco, el pontifice "murió sin sufrimiento y en su casa".

Alfieri precisó al diario La Repubblica que el obispo de Roma murió sin dolor, y que el ictus que tuvo no dió a los médicos ninguna posibilidad de salvarle la vida la mañana del pasado lunes.

Por su parte, otro medio, el Corriere della Sera, cita al médico, quien señaló que al filo de las 5:30 horas de ese dia, recibió una llamada telefónica para que se trasladaa de inmediato a la residencia de Casa Santa Marta porque Francisco se encontraba "muy mal". 

Refiere que arribó al lugar en unos 20 minutos y que entró en su habitación, mirando que el papa tenía los ojos abiertos. 

"Me di cuenta que no tenía problemas respiratorios y luego intenté llamarlo, pero no respondió. No respondía a los estímulos, ni siquiera a los dolorosos. En ese momento comprendí que no había nada más que hacer. Estaba en coma", expresó Alfieri.

Dijo que quienes estaban en el apartamento pensaron en trasladar al papa al hospital, pero que a su juicio "habría muerto durante el transporte. Incluso si hubiéramos hecho una tomografía computarizada habríamos obtenido un diagnóstico más preciso, pero nada más".

Asegura que "fue uno de esos accidentes cerebrovasculares que te llevan en una hora".

Asimismo, comentó que había visitado a Francisco el sábado, en vísperas de la Pascua, y le llevó una tarta que le gustaba, además de que conversaron un rato. Menciona que el papa le dijo: "Estoy muy bien, he vuelto a trabajar y me va bien".

Tras salir del Gemelli el 23 de marzo luego de 38 días hospitalizado, Alfieri y otros médicos le recomendaron a Francisco 2 meses de convalecencia, pero no le aconsejó que evitara trabajar dice Alfieri.

"Regresar al trabajo fue parte de la terapia y nunca se expuso al peligro", dijo el doctor, quien acotó que "sabíamos hasta el último momento que quería volver a casa para ser papa. Y no nos decepcionó".

Añadió Alfieri que Francisco compartió con él su decepción porque no pudo lavar los pies de los presos el 17 de abril, y "se dio cuenta de que ahora su cuerpo tenía dificultades para seguir a su cabeza".

*Foto: puerta del departamento del papa