El presidente de Perú, Pedro Castillo, anunció la instauración de un Gobierno de excepción en el país, poco antes de que el Congreso lo sometiera a un proceso de destitución
En un mensaje a la nación, el presidente expresó que "en atención al reclamo ciudadano, a lo largo y ancho del país, tomamos la decisión de establecer un Gobierno de excepción orientado a restablecer el estado de derecho y la democracia", dijo en un mensaje a la nación.
La medida implica disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un "gobierno de emergencia excepcional".
Asimismo, convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de 9 meses. También se decreta toque de queda a nivel nacional desde este miércoles.
Se declara en reorganización al Sistema de Justicia: Poder Judicial, Ministerio Público, Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional.
Castillo explicó que a partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso de la República se gobernará mediante "decretos leyes".
El anuncio fue hecho a apenas horas antes de enfrentar una nueva moción de vacancia en el Parlamento por "incapacidad moral".
Quienes impulsan la destitución de Castillo, buscan reunir 87 votos para removerlo, de un total de 130 legisladores, y el presidente expresó anoche en un mensaje en la televisora estatal, que “está pagando errores por su inexperiencia” y que un sector del Parlamento “tuvo como único punto en su agenda vacarme del cargo porque nunca aceptaron los resultados de una elección que ustedes, estimados peruanos y peruanas, definieron con su voto”.
La Fiscalía peruana investiga al mandatario en 6 casos, la mayoría por presunta corrupción, y su argumento es que Castillo usó su poder para sacar provecho de obras públicas, algo que el presidente ha negado reiteradamente.
El Parlamento está muy desprestigiado y el mandatario es bastante más aceptado entre los peruanos que los congresistas. Un 86% desaprueba la gestión del Congreso, mientras 10% lo aprueba, en tanto que Castillo registra 61% de opiniones de rechazo y 31% de aceptación, según una encuesta de noviembre del Instituto de Estudios Peruanos.
“No mancharía jamás “el buen apellido de mis honestos y ejemplares padres que, como millones de peruanos, trabajan de sol a sol para construir honestamente un futuro para sus familias”, dijo anoche el presidente Castillo.
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