Para nadie es un secreto que la tensión en la que está inmerso el planeta por culpa de unos cuantos países cuyos dirigentes de manera irresponsable llevan al mundo a su destrucción por proteger intereses e ideologías en territorios que no son suyos, aumenta todos los días.
Es tal la crisis, que para el vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dmitri Medvédev, las relaciones entre Rusia y Estados Unidos son ahora "mucho peores" que en 1962, cuando la crisis de los misiles de Cuba estuvo a punto de desencadenar un conflicto nuclear en plena Guerra Fría.
En declaraciones a la agencia de noticias TASS, Medvedev, uno de los líderes rusos más incendiarios y radicales, expuso que diría “algo amargo”, y afirmó que “la situación actual es mucho peor que en 1962", al considerar que se está llevando a cabo "una guerra en toda regla contra Rusia" con armamento estadounidense y participación de "fuerzas especiales y asesores estadounidenses".
Para este dirigente, quien niega cualquier responsabilidad de Rusia en la crisis exacerbada por el ataque militar del Kremlin contra Ucrania, las potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos, buscan llevar a cabo "intervenciones geopolíticas" contra el país.
"Primero en Georgia, luego en Ucrania, estamos observando intentos similares en Moldavia y en los países de Asia Central", alerta el dirigente, quien precisa que "afortunadamente, las autoridades de los Estados de Asia Central muestran moderación y sabiduría, entienden todo perfectamente y, con bastante visión de futuro".
Medvédev sostuvo que esos países "no quieren seguir el ejemplo de los renegados corruptos que se alimentan de pasteles podridos de la mano sucia del Departamento de Estado", utilizando el lenguaje incendiario que le caracteriza.
Aunque Medvedev estima que "Oriente es un asunto delicado", elogia que los países de la región "no se desgarran ni se quiebran bajo la más fuerte presión de Occidente".
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