En el mundo hay unos 5 millones de personas diagnosticadas con Enfermedad Inflamatoria Intestinal, más de la mitad de los pacientes tardan de un a tres años para tener el diagnóstico correcto por motivos tales como no dar debida atención a las señales o falta de evaluación adecuada por un profesional de la salud
Este mal representa un conjunto de patologías crónicas inflamatorias del tracto gastrointestinal, entre las cuales, destacan la Enfermedad de Crohn y la Colitis ulcerosa, condiciones que, aunque afectan la calidad de vida de los pacientes, siguen siendo invisibles ante la sociedad.
Por ello, el grupo de farmacéuticas de Johnson & Johnson, Janssen, en apoyo a Pan American Crohn’s and Colitis Organisation, se une a la conmemoración del Mes Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, más conocido como Purple May, con el fin de generar mayor conocimiento sobre esta enfermedad en temas de prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno.
El diagnóstico oportuno es indispensable para mejorar la calidad de vida de las personas. De ahí la importancia de educar a la sociedad y darles visibilidad a estas enfermedades que son tan graves y crónicas.
El Dr. Gerardo Montiel Ugalde, Gerente Médico de Janssen México, señala que está enfermedad "presenta altas tasas de subdiagnóstico y aunque existen tratamientos avanzados para tratarla, muchos pacientes con diagnóstico grave no acceden a ellos y deterioran su calidad de vida viviendo con los síntomas”
La causa es desconocida, pero diversos elementos están asociados con este padecimiento entre ellos, predisposición genética, ciertos factores ambientales, la flora intestinal y una respuesta inmune anómala.
Dentro de los síntomas más frecuentes se encuentran diarrea concurrente, dolor abdominal, fiebre, sangrado al evacuar y pérdida de peso. Lo que puede llevar a una afectación grave del estado físico general, retrasos del crecimiento y desarrollo y manifestaciones extra-intestinales con un impacto negativo sobre la calidad de vida.
México no cuenta con una estadística oficial de personas afectadas con colitis ulcerativa o Crohn; se tiene una estimación de acuerdo con los registros de pacientes de diferentes instituciones de salud que arrojan un aproximado de 160 mil personas con esta enfermedad en el país.
“Uno de los problemas más importantes que enfrentan quienes viven con la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, son las frecuentes evacuaciones, lo cual les genera incomodidad, así como inseguridades y rechazo por parte de quienes los rodean, explica el Dr. Francisco Bosques, miembro fundador de PANCCO.“
Precisa que en los casos más graves de Enfermedad de Crohn y sin diagnóstico y tratamiento adecuados; algunos pacientes pueden desarrollar complicaciones como fístulas, lo cual repercute en la calidad de vida de los pacientes y el pronóstico de la enfermedad se complica”.
El diagnóstico lo debe hacer un médico con conocimiento de enfermedad inflamatoria intestinal e incluye examen físico, análisis de sangre, análisis de heces y endoscopía, entre otros. La colonoscopia es la técnica necesaria para establecer el diagnóstico de esta enfermedad ya que permite visualizar de forma directa la mucosa y obtener biopsias.
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal se puede tratar, pese a un diagnóstico grave. El objetivo del tratamiento es controlar la enfermedad, favorecer la remisión, mejorar la calidad de vida y ayudar evitar complicaciones.
Existen productos que se pueden utilizar, como aminosalicílatos, corticosteroides, inmunosupresores, antibióticos y medicamentos biológicos. Estos últimos destinados principalmente a casos moderados a graves”, explica el Dr. Francisco Bosques.
Cada persona es diferente y resulta afectada de manera distinta. Es por ello, que no hay un tratamiento común para todos los pacientes.
Es recomendable que, ante la aparición de algunos de los síntomas antes mencionados, la persona consulte con su médico. Muchas veces el paciente necesita cambiar de hábitos, como seguir una dieta más equilibrada y practicar actividad física con regularidad.
Con seguimiento médico y adherencia al tratamiento prescrito, es posible para estos pacientes seguir la vida con normalidad a pesar de su diagnóstico.
