La ciencia lleva muchos años intentando mejorar los tratamientos para infinidad de enfermedades, y quizás una de las que más atraen las inquietudes de los científicos es el Párkinson.
En un comunicado, la Universidad de Cambridge destaca que los científicos han descubierto que pueden tratar algunos síntomas de la enfermedad de Parkinson y otro trastorno neurodegenerativo relacionado, la parálisis supranuclear progresiva, de manera eficaz.
Por lo regular, se usa la dopamina como fármaco para mitigar los efectos del párkinson: se trata de una hormona producida en el cerebro humano que hace la función de neurotransmisor.
Ahora, los investigadores sugieren cambiarla o combinarla con otra hormona que haga la misma función, como es noradrenalina, que es segregada por otro sector del tejido cerebral.
Para saber qué sustancia es clave en el tratamiento y elegir el plan de medicación es muy importante la herramienta que escanea el cerebro y detecta las regiones más afectadas. para esto se suele usar la tomografía por resonancia magnética, pero en Cambridge apuntan que la mayoría de los tomógrafos no tienen la potencia suficiente para detectar cambios diminutos en una región que mide varios milímetros.
La sugerencia es usar los escáneres con un campo magnético más fuerte: 7 teslas de intensidad de flujo magnético en lugar de los habituales 3 o incluso menos de esta cifra.
Según el profesor James Rowe, quien dirigió el estudio, así se puede ver el área llamada locus cerúleo, o 'mancha azul', del paciente, que se ubica en el tronco cerebral, por debajo de los hemisferios y "es muy importante para la función cerebral".
Otra investigación previa del equipo de Rowe en cerebros de personas muertas a causa de enfermedades neurodegenerativas reveló que algunas habían perdido hasta 90 % del tejido productor de noradrenalina.
Las enfermedades cerebrales progresivas afectan los movimientos corporales, el estado de ánimo y las funciones cognitivas como el pensamiento, la atención, el lenguaje, el aprendizaje, la memoria y la percepción. Para recuperarlas, el equipo de Rowe sugiere la noradrenalina siempre que la mancha azul se quede sin las neuronas productoras.
