Este 29 de septiembre está de manteles largos el icónico Palacio de Bellas Artes, una de las construcciones más majestuosas e imponentes que se asientan en el centro histórico de la Ciudad de México, a un ladito de la Alameda es un recinto cultural ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Centro indiscutido de sucesos históricos lo mismo sociales que artísticos y políticos, arrancó su construcción en tiempos del régimen de Porfirio Díaz para celebrar el centenario del inicio de la Independencia de México, pero su conclusión y apertura se produjo hasta el 29 de septiembre de 1934 debido al conflicto armado que significó la Revolución Mexicana.
Recinto acondicionado dotado de escenarios y espacios artísticos en donde se incluyen el Museo Palacio de Bellas Artes que exhibe de forma permanente 17 obras murales de 7 artistas nacionales ejecutadas de 1928 a 1963, entre ellos Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco y el Museo Nacional de Arquitectura. Asimismo, es la sede de la Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Ópera y del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández.
Depende del Instituto Nacional de Bellas Artes, que a su vez, es parte de la Secretaría de Cultura del gobierno federal y en 1987 fue declarado por la Unesco como monumento patrimonio de la humanidad.
En 1897 el gobierno de México compró a María del Carmen Alatriste Cuesta, madre de Carmen Serdán y Aquiles Serdán, el edificio del Gran Teatro Nacional, además de casas dispuestas en el trazo de la avenida Cinco de Mayo. El ingeniero Gonzalo Garita y el arquitecto Adamo Boari presentaron en 1900 proyectos con el fin de ampliar y remodelar el Gran Teatro Nacional, los cuales fueron aceptados por el gobierno en 1901, trabajando Garita las ampliaciones y estructuras y Boari en las fachadas. Por decisión gubernamental dichos proyectos cambiaron para construir un nuevo edificio en un nuevo emplazamiento, ordenándose la demolición del Gran Teatro Nacional.
Boari estaba en desacuerdo con trabajar con Garita y las autoridades desecharon el trabajo de Garita para tomar el proyecto del italiano. Las obras del Palacio de Bellas Artes comenzaron el 2 de agosto de 1904. En febrero de 1905 finalizaron las excavaciones de la cimentación que se realizó entre los 2.8 y los 3.50 metros y la primera piedra del recinto fue colocada el 2 de abril de 1905 por el presidente, Porfirio Díaz.
Dentro de su edificación se utilizaron procesos constructivos y decorativos tanto tradicionales como los considerados innovadores en su época. En tanto trabajadores realizaban la talla fina de mármoles y otros materiales, mecanismos de grúas y poleas colocaban los elementos en su sitio mediante maniobras precisas. de acero que permitían nuevos espacios y soluciones arquitectónicas.
El espacio frente al palacio se planeó en el proyecto de Boari como una gran plaza que rivalizara con el Zócalo, y que se planeó con el nombre de Plaza Guardiola, dada la Casa Guardiola que se encontraba en las inmediaciones.
El proceso de revestimiento del edificio tomó de 1907 a 1911. Debido a problemas técnicos de hundimiento del suelo, problemas económicos, la salida de Boari del país y la Revolución, la construcción se suspendió y se reanudó varias veces durante 30 años, en vez de terminarse en los cuatro años originalmente programados. Con el estallido de la Revolución en 1910, el ritmo de la obra fue perdiendo velocidad hasta que se suspendió en 1916, Boari dejó en el país más de 4 mil documentos para la continuación del proyecto. La obra se intentó retomar entre 1919 y 1928, con pocos avances.
Cuando México recuperó la estabilidad la obra se reanudó en 1931 bajo el mando del arquitecto Federico Mariscal; para entonces tomó el nombre de Palacio de Bellas Artes.
El Palacio fue inaugurado oficialmente el 29 de septiembre de 1934, por el presidente Abelardo L. Rodríguez, quien era acompañado por su gabinete, el cuerpo diplomático, funcionarios públicos y los artistas Dolores del Río, Douglas Fairbanks y Ramón Novarro. con la obra teatral La verdad sospechosa, de Juan Ruiz de Alarcón, interpretada por la actriz mexicana María Tereza Montoya.
Aunque se inauguró aquella noche con una gran función de gala, ya antes se habían realizado conciertos en el edificio aún no concluido. Una vez inaugurado, se procedió a realizar el Primer Festival de Cultura Mexicana, en el que destacaron los siguientes números:
Cuenta con aforo para 1590 personas y un escenario con una boca de escena de 14.2 metros de longitud.13 En él se encuentra el gran telón anti fuego (único en el mundo dentro de un teatro de ópera) con la imagen de los volcanes mexicanos Popocatépetl e Iztaccíhuatl, y un peso de 24 toneladas.
Este telón fue encargado a la Casa Tiffany de Nueva York a modo de un enorme rompecabezas. En el techo de la sala se encuentra la lámpara de cristales, que fue diseñada por el húngaro Geza Marotti y en la que se representa al dios griego Apolo rodeado de las musas de las artes. La Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Danza
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