Muchos de los vándalos que causaron destrozos y tomaron por unas horas las sedes de los 3 poderes de gobierno en Brasil, portaban playeras de la selección brasileña de fútbol, y eso no gusto a los dueños del balón en el país amazónico.
La Confederación Brasileña de Fútbol repudió en su cuenta de Twitter el uso de la camiseta nacional por muchos los simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro que atacaron el domingo las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Poder Judicial para exigir el derrocamiento del Gobierno de Luis Inacio Lula da Silva.
En su mensaje, la Confederación "repudia con vehemencia que nuestra camiseta sea utilizada en actos antidemocráticos y de vandalismo".
Asimismo, la CBF reivindicó su carácter "no partidista" y "democrático".
Un número importante de seguidores del expresidente Bolsonaro se niegan a aceptar el resultado de los comicios de octubre dónde su líder fue derrotado por el izquierdista Lula.
Este sería el motivo de la invasión del domingo q las sedes del Congreso Nacional, la Presidencia y el Tribunal Supremo, además de exigir una intervención militar para derrocar al Gobierno electo, que entró en funciones apenas el pasado 1 de enero.
Los asaltantes superaron las barricadas de seguridad, atacaron a la fuerza publica, destrozaron puertas y ventanas y ocuparon parte del edificio y los techos del Palacio de Planalto dónde despacha Lula, que en ese momento estaba en Sao Paulo.
Más de mil personas fueron detenidas la mañana del lunes durante el desalojo del campamento bolsonarista en Brasilia, donde simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro un golpe militar.
En un primer momento, se orientó a los manifestantes dejar la acampada de forma voluntaria, dando un plazo de una hora. cumplido el plazo, agentes de la Policía Militar y del Ejército retuvieron a los manifestantes y los trasladaron en autobuses a la sede central de la Policía Federal.
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