El presidente argentino Javier Milei dirigió ahora sus ataques contra los actores públicos que no se pronuncian contra el régimen de Nicolás Maduro y su dudosa reelección para un tercer mandato en Venezuela.
Según el ultraderechista, cuyo gobierno niega las atrocidades cometidas por el régimen militar que sufrió su país entre las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado, "en Venezuela hay una dictadura comunista que secuestra, tortura y asesina a cualquiera que se les oponga"
"Ninguna persona honesta intelectualmente puede negar esta realidad. ¿No les llama la atención que todos los políticos, periodistas, empresarios y sindicalistas que nos tildaron de fascistas cierren la boca con respecto a la dictadura venezolana?", preguntó Milei en su cuenta en la red social X.
Omitió precisar que las dictaduras militares que padecieron Argentina y Chile el siglo pasado eran de derecha y lo mismo secuestraron, que asesinaron y desaparecieron a miles de personas.
Milei fue uno de los primeros dirigentes que califico de fraude, los resultados de los comicios presidenciales del 28 de julio en Venezuela y no reconoció el anuncio del Consejo Nacional Electoral, que dio por ganador a Maduro.
Argentina ya reconoció a Edmundo González Urrutia como ganador y presidente electo de Venezuela y asegura que no había "ninguna duda" tras "varios días de publicadas las actas electorales oficiales".
"Nunca vas a escuchar a los periodistas progresistas y bienpensantes decir que el comunismo es una ideología asesina", señaló Milei, tras indicar que el comunismo "siempre termina en una dictadura sangrienta y asesina, como el fascismo".
La descripción del Milei sería suscrita por quienes vivieron en el país pampero bajo el gobierno militar de Rafael Videla, o de quienes soportaron la dictadura chilena del general Augusto Pimochet, por citar otros ejemplos .
En Roma, el papa Francisco se refirió a la situación venezolana y dirigió "un sentido llamamiento a todas las partes para que busquen la verdad, practiquen la moderación, eviten toda clase de violencia, resuelvan las disputas con el diálogo y se preocupen por el verdadero bien del pueblo y no por los intereses partidistas
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