
En respuesta a la firma, por parte del presidente Trump, de una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, Paul O’Brien, director ejecutivo de Amnistía Internacional Estados Unidos, dijo que "la crisis climática es una de las amenazas más generalizadas que se ciernen sobre los derechos humanos hoy día, y trae consigo hambre, crisis humanitarias, pobreza y falta de techo en todo el mundo".
Menciona que "la decisión del presidente Trump de retirar de nuevo a Estados Unidos del Acuerdo de París, dañará a comunidades de todo el planeta. Aunque las poblaciones más marginadas del mundo seguirán siendo las más severamente afectadas, no tenemos más que mirar los incendios de California o las inundaciones de Carolina del Norte para comprender que la crisis climática está aquí y nos daña directamente a todos”.
O’Brien sostiene que "como uno de los mayores emisores de carbono del mundo, Estados Unidos tiene la responsabilidad de liderar el rumbo para abandonar los combustibles fósiles y apoyar la transición mundial hacia economías sin emisiones de carbono. Al negarse a unirse a la comunidad internacional con el fin de tomar las medidas necesarias para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, el presidente Trump está eludiendo esa responsabilidad. Peor aún, una decisión así sólo servirá para alentar a otros dirigentes a seguir su ejemplo.”
El dirigente de la ONG en la Unión Americana, apunta que "aunque la decisión del presidente Trump es irresponsable y destructiva, la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París no significa que toda la población estadounidense esté abandonando el esfuerzo global por mitigar la crisis climática".
Rescata que casi dos tercios de la población adulta del país está preocupada por el calentamiento global, y los gobiernos estatales y locales seguirán interviniendo para llenar el vacío dejado por el gobierno de Trump y llevar a cabo la acción climática que su ciudadanía les exige.
“El Acuerdo de París y otros instrumentos multilaterales no dan en absoluto respuestas perfectas a la crisis climática, pero proporcionan un medio para que los países con menos ingresos y mayor riesgo, que son los menos responsables de la crisis climática, tengan voz junto con los países de altos ingresos, que son los mayores responsables de la crisis. No dejaremos de promover estos instrumentos y otras soluciones justas a la crisis climática”.
El Acuerdo de París sobre el cambio climático es el acuerdo climático más ambicioso del mundo, ratificado por 195 partes y que entró en vigor en noviembre de 2016. En virtud de este acuerdo, Estados Unidos se ha comprometido a reducir para 2035 sus emisiones netas de gases de efecto invernadero entre un 61% y un 66% por debajo de los niveles de 2005.
Con un aumento de 2ºC de la temperatura media global, más de mil millones de personas verán severamente reducidos sus recursos hídricos. Esto aumentará el número de personas en riesgo de hambruna en al menos 600 millones para 2080.
Además, se calcula que 1.200 millones de personas podrían verse desplazadas para 2050 a causa del cambio climático y los desastres naturales. Los gobiernos de todo el mundo planean actualmente producir en torno a un 110% más combustibles fósiles en 2030 de lo que sería conforme con la limitación del calentamiento a 1,5°C, y un 69% más de lo que sería conforme con un calentamiento de 2°C.
Estados Unidos es actualmente el mayor exportador de gas metano (gas natural licuado).
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