Autoridades peruanas determinaron el cierre a la zona turística del país por excelencia en Machu Picchu, debido a la situación de inseguridad derivada de las protestas sociales y para *la salvaguarda de la integridad de los visitantes".
Lo anterior fue informado por el ministerio de Cultura, quien precisó que la medida regirá "hasta nuevo aviso".
Mientras tanto, en Lima, la policía ingresó por la fuerza a la Universidad Nacional de San Marcos y destruyó la reja central con un vehículo antimotines para arrestar a decenas de manifestantes indígenas y estudiantes.
La acción ordenada por el gobierno de Dina Boluarte provocó la reacción de estudiantes y organizaciones de derechos humanos, que acudieron a la sede universitaria a protestar por la intervención policial.
Abogados de la región Puno que llegaron al lugar, denunciaron que no se permitió su presencia, y se desconoce el número de detenidos, cargos que les imputan y adónde los llevarán.
Los manifestantes habían pernoctado en la Universidad sin autorización de la institución, y según los directivos de esa cada de estudios, la Policía actuó "de oficio" porque los ocupantes no cumplieron la supuesta promesa de retirarse el jueves.
El ministro del Interior, Vicente Romero, afirmó que la intervención se dispuso "dentro de la flagrancia", y la Defensoría del Pueblo denunció no se le permitió ingresar a la universidad durante la intervención, al igual que legisladores de oposición.
El acceso a Machu Picchu ya estaba en duda luego de que el servicio ferroviario que va de la ciudad de Cusco hasta Machu Picchu, única forma de conectar estos puntos, fue suspendido debido a daños en la vía férrea provocados al parecer por manifestantes.
Este ferrocarril es el único medio de transporte a la ciudadela, ya que no existe vía de tránsito de vehículos que la conecte con Cusco. Al menos 400 turistas quedaron varados.
Comentarios