De acuerdo con la ONG Human Rights Watch, la región de América Latina se encuentra deterioro de las libertades fundamentales, sin importar si se trata de gobiernos democráticos o de quienes no lo son.
En su informe anual, la organización de derechos humanos retrata en sus 753 páginas un deterioro de los derechos humanos en 15 países latinoamericanos incluidos Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, México, Nicaragua, y Venezuela, en un análisis que abarca a 100 naciones del mundo.
HRW expone que, a su juicio, , en hay líderes democráticos latinoamericanos como el brasileño Jair Bolsonaro, el mexicano Andrés Manuel López Obrador, y el salvadoreño, Nayib Bukele, que han tomado medidas para debilitar la independencia judicial generando “una situación muy delicada" para la democracia.
En el caso de México, López Obrador siguió atacando a periodistas y defensores de derechos humanos, además de sus esfuerzos de “eliminar organismos públicos independientes que limitan su poder y por cooptar el sistema judicial para perseguir a enemigos políticos”.
López Obrador afirma que es el presidente más abierto a la prensa por sus conferencias matutinas, y en una de sus secciones de la mañanera a la que llama “Quién es quién en las mentiras de la semana”, se cuestiona a periodistas y medios que son señalados de publicar información falsa de su gobierno.
Entrevistada por la agencia noticiosa AP, la directora interina para las Américas de HRW, Tamara Taraciuk Broner, señala que 2021 "es un año que nos deja con una enorme preocupación porque estamos viviendo un alarmante retroceso en libertades básicas que dábamos por sentadas en América Latina”.
Dice que “incluso líderes que llegaron al poder mediante elecciones democráticas han atacado a la sociedad civil independiente, la libertad de prensa y la independencia judicial.
Broner precisa que pareciera que los espacios que se fueron ganando tras la caída de las dictaduras militares, como el fortalecimiento del Poder Judicial, la libertad de expresión, el rol activo de la sociedad civil, están retrocediendo,.
Para HRW esto es claro en países a los que califica como dictaduras, entre los que incluye a Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero también en otros democráticos, y Broner advierte que están abusando de haber llegado al poder democráticamente, justamente para socavar la democracia que los atrajo al puesto que están ejerciendo”, cómo ocurre con Broner Bolsonaro y Bukele.
En Brasil, Bolsonaro intentó intimidar al presidente del Tribunal Supremo Electoral por medio de insultos y amenazas y realizó acusaciones infundadas de fraude electoral.
En El Salvador, Bukele y sus aliados en la legislatura reemplazaron a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia con los que diferían y promulgaron leyes para remover a cientos de fiscales y jueces de instancias inferiores. Los nuevos magistrados allanaron el camino a una nueva postulación del presidente, a pesar de que la constitución lo prohibía.
