Los terremotos de los primeros días de febrero en Turquía y Siria dejan hasta ahora un saldo trágico de más de 50 mil personas muertas, y retomar cierta normalidad en las regiones azotadas por los sismos costara muchísimo dinero, que por ahora no se tiene.
En este escenario, la Unión Europea organiza en Bruselas una conferencia internacional de donantes para reunir fondos de ayuda a las víctimas de los terremotos del 6 de febrero, en donde millones de personas resultaron desplazadas, y la estimación preliminar de la ONU sugiere que los daños tan solo en Turquía podrían alcanzar los 100 mil millones de dólares.
La situación de poblados enteros en la zona del desastre se agravó todavía más en los últimos días, con las fuertes inundaciones que arrasaron varios refugios temporales de personas desplazadas y en donde han muerto al menos 14 muertas.
El grupo comunitario organiza la conferencia en coordinación con el gobierno de Turquía, y se propone alcanzar un "compromiso significativo" para una mayor ayuda, recuperación y reconstrucción, por lo que se pidió a la comunidad internacional que se comprometa a aportar fondos "en consonancia con la escala y la magnitud de los daños".
El programa de desarrollo de la ONU hizo un llamado urgente para obtener fondos a mediados de febrero, pero a un mes del pedido, la respuesta fue escasa y los recursos captados para paliar la tragedia son francamente insuficientes.
Comentários