Buscan castigar a cine que difundió "No other land" en Miami

Cuando los intereses políticos se ponen por encima de la realidad, suceden cosas como esta en el país que en alguna ocasión fue un modelo de libertad de expresión... pero ya no.

Se trata del alcalde de Miami Beach, Steven Meiner, quien quiere romper el contrato de arrendamiento y quitarle los recursos a un cine independiente que tuvo la osadía de proyectar el documental ganador del Oscar, “No Other Land”, que aborda el conflicto entre palestinos e israelíes.

Según este político que cierra los ojos para ver la realidad, el documental “No Other Land” es como antisemita, y ahora los comisionados de la ciudad del estado repúblicano de Florida discutirán la resolución la semana entrante.

La aclamada cinta se estrenó el viernes pasado en la sala O Cinema, ubicada en el Ayuntamiento Histórico de Miami Beach, y Meiner se había comunicado días antes del estreno para advertir a la directora general de O Cinema, Vivian Marthell, de no programar la película.

Menier aduce que "la ciudad de Miami Beach tiene una de las concentraciones más altas de residentes judíos en Estados Unidos”, y en su carta a Marthell, le dice que “La película ‘No Other Land’ es un ataque de propaganda unilateral contra el pueblo judío que no es consistente con los valores de nuestra ciudad y sus residentes”.

Seguramente es antisemita cuestionar la manera como el ejército de Israel destruye con buldoers las humildes viviendas palestinas para que la población se vaya a vivir a cuecas, o como es triturada una escuela primaria en la que minutos antes había niños en su interior, o como es tapado con concreto un pozo para que los palestinos no pudieran sacar agua.

Las imágenes son evidentes y acceder a ellas, no es antisemitismo como lo quiere hacer ver el alcalde de Miami Beach.

Marthell aceptó al principio no proyectar el documental, pero la proyección se llevó a cabo según lo programado y el alcalde está enojado porque no quiere que la población hebrea de Miami conozca las atrocidades de su ejército.

Martell señala que sureacción inicial a las amenazas del alcalde Meiner *fue hecha bajo coacción”, y explica en un correo electrónico que “Dñdespués de reflexionar sobre las implicaciones más amplias para la libertad de expresión y la misión de O Cinema, acordé con la junta y los miembros del personal de O Cinema que era fundamental proyectar este aclamado documental”.

Ahora, esta libre expresión en la que alguna vez fue la mayor democracia del mundo y el país de las libertades, le va a costar a este cine el financiamiento.

Libertad de qué?...