Autoridades de varias ciudades brasileñas han anunciado ya que no realizarán las fiestas de carnaval en febrero próximo debido al nuevo brote de coronavirus, y hasta ahora, la ciudad de Sao Paulo, la más grande del país sudamericano, es quizás la única que no se ha pronunciado al respecto.
Sin embargo, más de 200 comparsas callejeras de carnaval, conocidas como "blocos", han anunciado que renuncian a desfilar debido a la pandemia del Covid-19, pues consideran que su presencia ocasiona aglomeraciones, sitio ideal para la propagación de un virus altamente contagioso.
En una carta abierta que titularon "Te amo, Sao Paulo, pero no haré tu carnaval" entidades del sector afirman que los blocos "en su gran mayoría comunican que no saldrán a las calles en este carnaval 2022, aunque la fiesta sea autorizada".
El documento es firmado por el Forum de los Blocos de calle de Sao Paulo, la Unión de Blocos del Carnaval de Calle del Estado y la Comisión Femenina del Carnaval de São Paulo, que representan a casi 250 blocos. Explican que "es obligación del poder público ser riguroso en la observación de las reglas sanitarias de todos los eventos que ya se celebran y se celebrarán en Sao Paulo" y no aceptan alternativas que no busquen preservar la vida de los paulistanos.
Por ello, se niegan a celebrar el carnaval de calle en lugares controlados al aire libre, como el circuito de carreras de Interlagos o el hipódromo, entre otros, porque en es "una alternativa del sector privado".
Luego del anuncio de las comparsas de Sao Paulo, las principales ciudades con tradición carnavalesca de Brasil renunciaron a las fiestas que iban a tener lugar del 25 de febrero al 1 de marzo.
Otros estados como Salvador, Recife, Olinda y Río de Janeiro ya habían tomado esa determinación, aunque Río y Sao Paulo aún confían en poder celebrar desfiles de las escuelas de samba en sus respectivos sambódromos, que funcionan como un estadio y donde los controles sanitarios son más factibles.
