Los responsables del Ayuntamiento de la icónica ciudad italiana de Venecia, analizan incrementar el pago por entrar a la ciudad en 2025, cifra que al día de hoy asciende a 5 euros, y que se estudia subir a 10 en los días de mayor afluencia de visitantes.
La famosa ciudad del país transalpino conocida coloquialmente como la Ciudad de los Canales recibe año con año a más de 32 millones de turistas, y el cobro por entrar que comenzó a operar el pasado 25 de abril de este año, para probar si ayudaba a controlar la cantidad de turistas, finalizó el domingo14 de julio con una recaudación total de 2,25 millones de euros provenientes de 450 mil visitantes, según el Ayuntamiento.
En total, se contabilizaron 449 mil 912 pagos por un valor de 2 millones 249 mil 560 euros, el triple de los 700 mil euros previstos e incluidos en el presupuesto para esta medida que los vecinos consideran insuficiente.
El concejal de Turismo de la ciudad, Simone Venturini, estima que es hora de “pensar en una mayor contribución de acceso para acabar con el exceso de turismo”, y dijo a la prensa que “Venecia sigue siendo demasiado barata.
La iniciativa que dejó de operar ayer, buscaba reducir el turismo en una ciudad que llega a recibir en promedio hasta 100 mil turistas diariamente, y la tarifa se aplica solo a visitantes de un día, no a los que pernoctan ni a los residentes, cuyo número los ha caído a menos de 50 mil por primera vez en su historia.
La medida de cobrar fue objeto de críticas por los venecianos quienes la consideran exclusivamente recaudatoria, pero, después de semanas de experimentar el cobro por parte del Ayuntamiento, ahora se piensa en un calendario más amplio para 2025 acompañado de un aumento al doble de la tasa, con una tarifa básica de 3 euros para quienes reserven con antelación, y de hasta 10 euros en días de mayor actividad.
El concejal del Presupuesto, Michele Zui, señaló que “nos ha permitido recoger datos que no se tenían. Ahora es el momento de estudiar los números y organizar el calendario para el 2025, con todas las novedades que seguirán”.
Estima que “la primera fase experimental no mostró efectos disuasorios importantes, pero no los esperábamos. La situación cambiará cuando el billete máximo se incremente a 10 euros”, que es “lo que nos permite la ley, dependiendo de los flujos y de las reservas”.
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