Anuncian en Israel deportación de otros 171 activistas de la flotilla Global Sumud

El gobierno de Israel continúa deportando activistas de entre los más de 400 de decenas de nacionalidades, que fueron secuestrados por militares judíos en aguas internacionales y a bordo de sus embarcaciones para ser ingresados en un centro de reclusión dentro del territorio hebreo de manera ilegal.

Según la cancillería de Israel, 171 activistas más de la flotilla, fueron deportados este día desde Israel a Grecia y Eslovaquia. 

Rn un mensaje subido a su cuenta de X, el ministro de Exteriores de Israel dice este 6 de octubre que "otros 171 provocadores de la flotilla Hamás-Sumud, entre ellos Greta Thunberg, fueron deportados hoy desde Israel a Grecia y Eslovaquia".

Con este grupo, asciende a más de 340 la cifra de activistas deportadosdesde el pasado fin de semana, de un total de unos 470 detenidos tras la interceptación de la flotilla.

De acuerdo con el comunicado, los deportados son ciudadanos de Grecia, Italia, Francia, Irlanda, Suecia, Polonia, Alemania, Bulgaria, Lituania, Austria, Luxemburgo, Finlandia, Dinamarca, Eslovaquia, Suiza, Noruega, Reino Unido, Serbia y Estados Unidos. 

Asimismo, y en lo que al parecer es una mentira más del régimen criminal de guerra de Benjamin Netanyahu, ls canciller hebrea dice que "todos los derechos legales de los participantes en esta maniobra de relaciones públicas fueron y seguirán siendo plenamente respetados" 

Abogados del equipo jurídico de la flotilla conocido con el nombre de Adalaha,  han denunciado que los detenidos dijeron haber sufrido agresiones y violencia durante su traslado del puerto a la prisión y en los días de su detención. 

Un primer grupo de españoles detenidos por Israel mientras viajaban hacia Gaza a bordo de la flotilla, regresó a Madrid el domingo, y se trata de un grupo de 21 personas de los 49 españoles que se encontraban en la flotilla humanitaria que intentaba romper el bloqueo impuesto por Israel sobre Gaza, con el propósito de llevar ayuda básica a la población gazatí. 

A su llegada al aeropuerto de Madrid, los españoles denunciaron abusos y malos tratos, además de señalar que la Policía israelí firmó en su nombre un documento en el que admitían haber ingresado ilegalmente en el país, pese a que la detención se produjo en aguas internacionales.