Hay funcionarios del gobierno ultraderechista de Israel que quieren apropiarse del territorio palestino de Gaza, como sea.
Es el caso del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien sugiere "fomentar la emigración" de 2 millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza, es decir, casi toda la población del enclave.
Para ello, este funcionario no ve con malos ojos establecer asentamientos judíos en ese lugar. Con la colonización se estarían anexando, de nueva cuenta ilegalmente, territorio que no les pertenece.
Smotrich afirmó en la Radio del Ejército, declaraciones difundidas por la prensa local, que "necesitamos fomentar la migración desde allí. Si hubiera entre 100 mil y 200 mil árabes en la Franja y no 2 millones, toda la conversación sobre el día después de la guerra sería completamente diferente".
Así, además del genocidio y los crímenes de guerra, el actual estado judío estaría despojando a los palestinos de parte de su territorio...por eliminar a Hamás .
Más aún, este ultraderechista expresó que los palestinos de Gaza "quieren irse. Llevan 75 años viviendo en un gueto y están necesitados".
El también dirigente del partido de ultraderecha Sionismo Religioso, añadió que "no creo que haya nadie en Israel que no quiera ver asentamientos judíos en todas partes". La ley internacional no interesa.
El derecho internacional considera que la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán son territorio ocupado por Israel desde 1967, cuando gsbó la Guerra de los Seis Días. Desde que Hamás tomó el control de la Franja de Gaza en 2007, Israel mantiene un bloqueo militar por aire, tierra y mar sobre el enclave palestino, haciendo que su población viva en condiciones críticas.
Los países árabes vecinos, han dicho que no permitirán un desplazamiento masivo de palestinos, como el que se produjo con la creación del Estado de Israel, en 1948, con el apoyo de Estados Unidos y Reino Unido.
Smotrich es uno de los ministros más radicales del gobierno de Benjamín Netanyahu, e impulsa una política de ocupación y colonización de los territorios palestinos.
Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre tras el ataque del grupo islamista que terminó con la vida de unas mil 200 personas y secuestraron a otras 250.
Pese a las protestas internacionales el Ejército de Israel sostiene una fuerte ofensiva contra el enclave palestino, donde han muerto casi 22 mil persona y 56 mil 400 resutqron heridas, la mayoría niños y mujeres, además de otros 7.000 desaparecidos según el ministerio de Sanidad de Gaza.
Israel ha bombardeado viviendas, escuelas, hospitales, templos, plantas de tratamiento y abastecimiento de agua, así como instalaciones de telecomunicaciones o de suministro de energía, dejando el enclave prácticamente inhabitable.
La guerra ha dejado también unos 1,9 millones de desplazados en Gaza, un 85% de los 2,2 millones de habitantes de la Franja, que viven en medio de una crisis humanitaria sin precedentes.
Netanyahu ha dicho en repetidas ocasiones que no permitirá que la Autoridad Nacional Palestina, pero Estados Unidos, el único país que no apoya el cese el fuego y sigue armando al Ejército israelí, quiere que la ANP tenga participación en Gaza y que haya una solución de 2 Estados al conflicto.
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