Será este viernes cuando la Corte Internacional de Justicia de la ONU concede en La Haya anuncie su determinación sobre el establecimiento de medidas cautelares a Israel para detener su sangrienta guerra en Gaza.
Esto dentro de la acusación que hizo Sudáfrica contra el estado judío de tener una "intención genocida” en Gaza.
La importancia de la decisión en este momento no radica tanto en establecer el posible comportamiento genocida.
Antes de determinarlo, la Corte se pronunciará sobre la necesidad de medidas cautelares que detengan la guerra, hasta que haya una decisión sobre el fondo del caso, y esto tomará muchísimo tiempo.
Sudáfrica denunció a Israel el pasado 29 de diciembre por presunta violación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio que data de 1948 con su ofensiva militar en Gaza, Según los sudafricanos, declaraciones de altos cargos israelíes muestran un "patrón de conducta genocida” en su "política estatal”.
Sudáfrica demanda un alto el fuego para "proteger contra daños mayores, graves e irreparables los derechos del pueblo palestino”, así como "asegurar el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones de no cometer un genocidio y de prevenir y castigar el genocidio”.
También pidió a la Corte exigir a Israel "tomar todas las medidas razonables que estén a su alcance para prevenir el genocidio” del pueblo palestino; y "garantizar” que cualquier organización o persona bajo control, influencia o dirección "no adopte medidas para fomentar las operaciones militares” en curso.
Asimismo, que Israel "desista” de la expulsión, desplazamiento forzado y la "destrucción de la vida palestina en Gaza”, y deje de impedir el acceso de alimentos y agua potable, y asistencia médica y humanitaria (combustible, alojamiento, ropa, higiene y saneamiento).
La decisión de la Corte de La Haya de aplicar las medidas no supondría una sentencia de que Israel esté cometiendo un genocidio.
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