El Secretario General de las Naciones Unidas manifestó su tristeza por la “trágica pérdida de vidas” que causó el terremoto de 5,9 grados que sacudió esta madrugada la región central de Afganistán.
António Guterres cifró en cientos el número de fallecidos y heridos y destacó que la cifra puede crecer durante las próximas horas, y expresó que su corazón "está con el pueblo de Afganistán, que ya se resiente de los efectos de años de conflicto, dificultades económicas y hambre. Expreso mis profundas condolencias a las familias de las víctimas y deseo una pronta recuperación a los heridos".
El titular de la ONU destacó que los equipos de las Naciones Unidas en Afganistán están movilizados sobre el terreno” evaluando las necesidades y prestando la ayuda inicial”.
“Contamos con la comunidad internacional para que ayude a los cientos de familias afectadas por este último desastre. Ahora es el momento de la solidaridad”, puntualizó Guterres.
En rueda de prensa desde Kabul, la capital del país, el coordinador residente de la ONU en el país dijo que se necesitarán unos 15 millones de dólares para la ayuda inmediata y desconoce la cifra que se necesitará a partir de mañana.
Ramiz Alakbarov destacó que las actuales condiciones climáticas en Afganistán son desfavorables ya que se ha producido una baja de temperatura en el centro del país, y todas esas circunstancias dificultan las tareas de rescate.
Aunque los equipos móviles de las agencias de la ONU ya llegaron a todos los puntos afectados, explicó que no poseen el equipamiento necesario para sacar los cuerpos de debajo de los escombros producidos por el terremoto.
Indicó que se han enviado 10 toneladas de equipamiento médico de emergencia y medicinas, equipos de cirujanos y doctores, y mostró su preocupación no solo por los artículos de primera necesidad y la distribución de las personas en los refugios temporales, sino por el riesgo de propagación de enfermedades transmitidas por el agua.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, el sismo sacudió la región central de Afganistán afectando a las provincias de Paktika y Khost. El temblor se produjo a una profundidad de 10 kilómetros y se sintió en las provincias vecinas incluida Kabul, así como en Islamabad, Pakistán, e India.
Los distritos más afectados por el momento son Barmal, Ziruk, Nika y Giyan, en la provincia de Paktika, y el distrito de Spera, en la provincia de Khost.
El distrito de Gayan es aparentemente el más afectado, con hasta 200 muertos y 100 heridos, muchos de ellos graves, aunque todavía no se ha confirmado un número específico de fallecidos o heridos.
El número de viviendas destruidas o dañadas en Gayan alcanzaría las 1800, una cifra que representa el 70% del parque residencial del distrito. Del distrito de Spera, en la provincia de Khost, llegaron informaciones sobre 25 personas muertas y 20 heridas.
El Ministerio de Defensa ya ha enviado cinco helicópteros a la provincia de Paktika para facilitar las evacuaciones médicas, y un equipo médico al distrito de Gayan.
UNICEF ha desplegado al menos 12 equipos de trabajadores sanitarios en el distrito de Gayan, y varios equipos móviles de salud y nutrición en el distrito de Barmal, en la provincia de Paktika, y en el distrito de Spera, en la provincia de Khost. Los equipos humanitarios de búsqueda y rescate están preparados para desplegarse cuando sea necesario.
Las necesidades inmediatas incluyen la atención urgente de traumatismos, el alojamiento de emergencia y artículos de primera necesidad, la asistencia alimentaria y el apoyo en materia de agua, saneamiento e higiene.
Los socios humanitarios se están preparando para ayudar a las familias afectadas en las provincias de Paktika y Khost en coordinación con las autoridades de facto, incluida la Oficina de Gestión de Desastres y Asuntos Humanitarios.
Aunque las labores de búsqueda y rescate están en marcha, la fuerte lluvia y el viento están dificultando los esfuerzos y, según se informa, los helicópteros no han podido aterrizar esta tarde. (Naciones Unidas)
