Ídolo argentino atribuyó a Francisco volver a la iglesia gracias

El deceso del papa Francisco sacudió el mundo, pero en especial a la Argentina, donde el fallecimiento del pontifice causó un impacto nunca visto, en un país que vio partir al arzobispo Jorge Bergoglio rumbo al Vaticano el 13 de marzo de 2013, para que ya no regresará porque se convertiría en el líder máximo de la iglesia católica días más tarde.

Y hoy que los recuerdos inundan a parte importante de la sociedad argentina, llega a la mente de muchos lo ocurrido en agosto del 2014, cuando el ídolo del fútbol Diego Armando Maradona, quien viajó a Roma para participar de un evento impulsado por el papa, gran aficionado al deporte de las patadas.

Fue el Partido interreligioso por la Paz, que se celebró el 1 de septiembre.

Antes de que se realizara el encuentro Maradona asistió a una cena por invitación de Guillermo Moreno, exsecretario de Comercio del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

El Pelusa confesó que la llegada del papa Francisco lo ayudó a reconciliarse con la Iglesia católica, tras de años de distanciamiento por diferencias políticas.

Diego le expresó a Moreno que Francisco "le ganó el corazón", relatando una conversación que tuvo con su padre, a quien le recomienda hacerse "amigo de Francisquito".

Luego se dirigió a los presentes en la cena, y expresó que "quisiera decirles a todos los argentinos que yo ayer volví a la iglesia gracias a Francisco".

"Yo me había alejado porque estaba enojado con Dios. Pero encontré un hombre humano, que no me hizo besar el anillo. Que me dio un abrazo como si me lo hubiera dado mi viejo. Y eso me rompió el corazón", afirmó Maradona en un mensaje que se viralizó en redes sociales tras el fallecimiento del papa.

En aquel encuentro el excampeón del mundo le obsequió al líder religioso una camiseta de la selección argentina firmada por él, con el nombre del papa y el emblemático número 10.

La anterior visita de Maradona al Vaticano había sido a fines de los 80, durante el papado de Juan Pablo II, pero el ídolo argentino no guardaba el mejor recuerdo. Así lo relata él mismo en su libro autobiográfico 'Yo soy el Diego de la gente': "

Me peleé con el papa porque fui al Vaticano y vi los techos de oro. Y después escuché al papa decir que la Iglesia se preocupaba por lospobres… Pero, ¡vendé el techo, fiera, hacé algo!", dijo el Pelusa.